Me curan tu saliva,
Tus manos y tus ingles.
Me cura tu ternura
Y que aceptes la que doy.
Lamiendo mis heridas
(Quizá también las tuyas)
Suspende el Minotauro
Su temible acecho hoy.
Pero en mi laberinto
El audaz remedio
Transmuta en veneno
Y el ciclo se agota.
Parece fugaz, parece estéril.
Sólo yo sé lo que me has dado.
¿Será ésta la última vez?
¿Será que el elixir se ha evaporado?
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