Dicen que pintaste el aire.
También fue tu obra dotar
A una tela de melancolía regia.
En otra, unos ojos
Nos muestran la inteligencia
Agazapada en el cuerpo breve.
La obesa codicia del valido,
La sensualidad de los cuerpos
En mitológico trance,
La ingenuidad y altivez principescas,
La severidad monjil.
La gloria cristiana, el vino y el pan.
Todo ese mundo tu pincel nos revela.
Dicen que perdiste el tiempo
Como mayordomo de un Rey que
Oficiaba de mecenas sin dineros.
A los que creen que la cruz de Santiago
Era tu meta, mezquina,
Les opongo que legarnos el Prado
Fue siempre tu cálculo, generoso. |
