La lectura es esa revista
Del niño pobre en el tren
Y los Ensayos de Montaigne
Para el severo intelectual.
La aristocracia del pensamiento
No impide el democrático y largo
Regocijo de pasar las hojas...
El niño mueve los labios y sonríe;
El hombre, en su sillón, lee sin gestos.
Aunque su postura, a fuerza de años,
Se hizo adusta, su boca también se curva.
En él, como en el chico de la pícara historieta,
Hizo aparición una de las más bellas especies
En la taxonomía de las sonrisas:
Solitaria parece. No lo es tanto.
La sonrisa literaria se dirige a los demás.
Le agradece al autor, generoso en deleites.
Se anticipa al recuerdo propio de lo ya leído,
Y a contarlo a alguien, como siempre deseamos
Cada vez que algo grato nos ha sucedido.
Acostumbrados, no advertimos que es magia
Este cotidiano rito. Mensaje cifrado
Que Gutenberg multiplicó, y todos disfrutamos.
|
