“El más hondo fundamento de la medicina es el amor...”
PARACELSO A todos los que supieron dárnoslo
Ahí estabas vos, viejo,
Enseñando cómo se puede morir:
Lucidez, serenidad, coraje y sonrisas...
Estaban también tus médicos de siempre.
Pero ahí estuvieron además estos nuevos
Amigos que tu partida nos hizo conocer.
Hay palabras que son elocuente reemplazo
Para medicina, enfermería, cuidados paliativos.
Y todos sabemos reconocerlas: bondad humana.
Abrazados ellos nos tuvieron mientras duró tu viaje.
Imagino que hablamos con vos de ésto y me decís,
Asintiendo emocionado: “Realmente, tenés razón...”
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