“¡Qué rally tuvo usted hoy...!”,
Me dice la doctora en despedida.
Salgo de una nueva andanada:
Doble extracción y sendos implantes.
(Al menos la contabilidad es hoy neutra.)
Regreso en el colectivo medio vacío
Por un veraniego barrio de Mataderos;
Suben dos hermanos algunas paradas después.
El más chico, con su gorra verde y su energía,
Carga orgulloso una pelota de basquet
Que le ocupa medio cuerpo trasladar.
Se sienta junto a la ventanilla, y me sonríe.
Llega el mayor, adolescente que lo cuida,
Le acepta bromas y lo abraza amorosamente.
El pibe siente su cariño cómplice… y sonríe.
Parece que asumiera misión de brindar alegrías:
Con ojos inspirados dice algo y espera que lo mire
En mi condición de imprevisto y muy breve amigo:
Como ya se bajan, decide regalarme otra cara feliz.
Se entusiasma porque podrá ahora pulsar el timbre
Y lanza su última sonrisa cuando le deseo buen partido.
Me da dado tal vitalidad gozosa que estoy ya aliviado
Y en añadidura convencido por su benéfica sugestión:
¡Tengo desde ahora menos dolor y no habré de padecer
Efectos colaterales de antibióticos y Ketorolac sublingual!
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