La visita al Museo Rodin, dice
Una amiga, nos hace entender
De qué trata eso que llamamos
Capacidad creadora del artista.
Trae así a mi memoria la emoción
Que sentí en esos jardines y salas:
Ante la potencia de aquellas obras,
Parecía eran ellas las que se movían,
Ilusión tuve de que era yo el quieto.
Ante la pasión del torturante amor
Que esas manos geniales se dieron,
Craso error, mera fantasía era que yo
Vivo me sintiera. Y absurda quimera
Creí, que aquellos amantes murieran...
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